lunes, 16 de junio de 2014


Monólogo de Teseo por Lucía Giménez

Me enteré que gracias a Poseidón, Minos se hizo el rey de Creta, éste le envió un toro para que lo sacrificara en su honor. Minos no cumplió con lo que pidió, y Poseidón se enojó y obligó a Pasifae, esposa de Minos, a enamorarse del toro. Con la ayuda de Dédalo, construyó una vaca donde Pasifae y el toro se aparearon y tuvieron al famoso Minotauro. De esta historia escuché hablar mucho, todos la comentan. Este monstruo es mitad hombre, mitad toro. Sólo se alimenta de carne humana y día a día se va haciendo más salvaje, por este motivo Minos ordeno a Dédalo a construir ese maravilloso laberinto dejando prisionero al constructor y a su hijo Ícaro.                                                                                                                 
                Les mandaba siete doncellas y siete jóvenes para que los devore, cada nueve años. Llegué a Creta y la princesa Ariadna, hija de Minos, se enamoró de mí. Es tan bella e inteligente, me casaría ya mismo con ella. Ella me propuso derrotar a su hermano, el Minotauro, a cambio de que la lleve conmigo a Atenas y la haga mi esposa. Yo acepté porque lo que más quería era estar con ella y amarla para toda la vida. 
El plan que realizó mi bella princesa, consistió en darme un ovillo de hilo y atarlo en una de las puertas del laberinto, con esto ya hecho, pude entrar al laberinto y encontrarme con el Minotauro. Estaba enfrente mío, esa fiera que era capaz de todo por devorarme. Como habían dicho el Minotauro estaba cada vez más feroz, más enojado y furioso por el solo hecho de estar encerrado en ese laberinto. Para mi él no era el culpable de estar en ese horrible lugar, sino que la culpa era de Minos por desobedecer a Poseidón. Lo miré y en sus ojos se veía el odio que tenía a todos los seres humanos. De repente se tiró encima mío, no sabía que hacer, quedé impactado. Luego me di cuenta que tenía a ese monstruo intentando devorarme y reaccioné. Le empecé a pegar y  a pegar hasta que lo maté, quedó allí tirado en el piso, agonizando, ya sin poder respirar. Agarré el hilo y así pude salir inmediatamente del laberinto. Fui el único hombre valiente capaz de entrar, por eso mismo me debe amar mi princesa Ariadna. Así fue que acompañado de unos atenienses y por Ariadna, embarcamos de vuelta hacia Atenas, hundimos los barcos cretenses para impedir que nos persiguieran. Durante el viaje, decidí desembarcar en la isla Naxos y desde ahí volví a salir sin la presencia de Ariadna. Me tuve que ir solo, abandonar a la mujer que amaba. Pero todo lo que hice fue por amor, amor hacia ella, que nada ni nadie van a poder borrar de mi corazón. Fue ella la que me enseñó a amar pero fue orden de los dioses que la abandone, ellos la quieren casar con Dioniso.                                                   
                                                                                   
Al estar llegando a Atenas, mi padre Egeo me había dicho que si volvía cambiara las velas y ponga las blancas, pero no sé lo que me distrajo y no lo hice. Así fue que mi padre al ver las velas negras pensó que yo había muerto, claramente no fue así. 

Me siento culpable por la muerte de mi padre, él se suicido lanzándose al mar, a partir de ahí el mar se llamo Mar Egeo en honor a él. Él hizo de todo por mí y de por vida le voy a estar agradecido. Luego de su muerte, heredé  el trono de Atenas, después de unos años alguien más llego a mi vida, Freda, con la que me casé y olvidé por completo a su hermana Ariadna.



  • Posible final del cuento: "El laberinto de Creta" de Marco Denevi
  •  Técnica: "Cadáver exiquisito".
    Integrantes: Florencia Loza, Olivia Quinteros, Vanina Vernucci, Jeni Huaranca y  Camila Colle.
    Al no encontrar espacio donde habitar como en su enorme casa, intentó escapar hacia su antiguo hogar.
    Tenía mucho miedo, no sabía qué hacer, se encontraba, perdida, triste, porque sentía que su sobrino ya no la quería, la despreciaba; se sentía mal, sola, abandonada y en ese momento sintió que la soledad la agobiaba.
    Teresilda buscó una puerta pero cada vez que abría una, era una entrada, no soportaba más estar ahí, así que pasó todos los obstáculos y logró llegar al final. Como se lo imaginaba y en el camino se encontró con uno de sus sobrinos que en lugar de ayudarla, la secuestró para quedarse con la casa , ya que tenía muchas habitaciones. Su sobrino le ordenaba hacer cosas que ella no quería y tenía que hacerlas sino la iba a matar; su objetivo era quedarse con la gran casa y ella le obedecía y finjía estaba todo bien.

    Otro de sus sobrinos caminaba por la calle Vidt, y vio a su tía con cara muy asustada e intentó ayudarla, pero no pude porque el sobrino que la secuestró se enteró. Entonces decide crear un maléfico plan: llevarla a la mansión y darle una bebida con una gota de veneno, para que su muerte pareciera natural.



Monólogo de Teseo

por Macarena Muscillo

Muchos piensan que soy fuerte y valiente y que soy un héroe, pero en realidad dentro de esta persona dura y fuerte que piensan que soy, se esconde una persona muy sensible y frágil.
Tuve una buena infancia junto a mi madre Etra pero siempre sentí la ausencia de mi padre. A los 18 años mi madre me confesó quién era, me sentí muy feliz. Tiempo más tarde fui a visitarlo, nos abrazamos muy fuerte y nos pusimos muy contentos por el encuentro, él era el rey de Atenas, y poco después me proclamó heredero.
Luego yo me comprometí para ayudar y fortalecer a Atenas. Me armé de valor y fui a enfrentar al Minotauro, un ser monstruoso con cuerpo de hombre y cabeza de toro, que se alimentaba con carne humana. Le dije a mi padre y él dudó, pero después me dejó ir con la condición de que cambiara las velas como señal de triunfo. Luego en el camino me encontré con Ariadna, hija del rey Creta, allá me dio un ovillo mágico, ató la punta del hilo por nada del mundo, esto me ayudaría a volver, entonces fui, sosteniéndolo, me sentía un poco asustado, pero quería ayudar al pueblo de Atenas así que no me rendí.
Era un lugar muy oscuro por momentos, y claro por otros, venia una brisa y luego se esfumaba.

Fue un largo recorrido, caminé y caminé sin ver a la bestia, horas y horas, estaba muy cansado y luego una gran sombra y rara se apareció, caminé hacia ella lentamente, era él (EL MINOTAURO) una bestia de gran tamaño, rara, muy diferente, nunca había visto algo similar, el me miró, lo miré, corrí hacia él. Lo enfrenté y pude vencerlo sin dificultad y sin resistencia.    

Descripción del laberinto del Minotauro según Macarena Muscillo

Yo me imagino un laberinto muy grande, con mucho espacio verde (arboles, pasto, arbustos, et.).
Un lugar muy tranquilo, con mucha paz, pero también muy triste, ya que es un lugar muy grande para una sola persona.
Un lugar en donde podés entrar pero es muy difícil salir.
También me imagino días muy luminosos y noches muy oscuras y solitarias.

Un lugar al aire libre, en donde te perdés entre tantos pasadizos, con diferentes direcciones, sin ninguna referencia.




Descripción de “El laberinto de Creta” por Lucía Giménez

Un laberinto son paredes hechas de piedras forradas de enredaderas, paredes altas resistentes a cualquier golpe. Los pisos todos rotos de tantas pisadas, tierra y rocas por todos lados. Buscar y buscar la forma de salir pero no poder, caminar y buscar la salida y ver siempre lo mismo. Puertas que se repiten y ninguna tiene la salida. Perderse y no poder volver al lugar donde te encontrabas, o capaz estás en el lugar anterior pero no te das cuenta. Ver las mismas hojas por donde camines, y  no poder distinguir un pasillo de otro. Miles de pasillos iguales, unidos que te marean y sentirte sola sin saber a quién recurrir, gritar y que nadie te escuche, estar aislada del mundo. Sólo estar pendiente de cómo salir de ese dichoso laberinto, no saber lo que sucede afuera, no saber si te están buscando o sólo están deseando que te mueras  y que piensen que esa es tu vida, que esa es tu realidad y siempre la va a seguir siendo. Pero nunca darse por vencido, a pesar de las consecuencias siempre está la esperanza de ser libre. 
Todos tenemos ese laberinto en nuestra vida, son esos obstáculos de los que sólo nosotros podemos salir, sino queremos ni lo intentamos nunca lo vamos a lograr. Algunas veces pienso si me estoy imaginando estar en un laberinto pero no, estás en la vida real, enfrentando las cosas como son. Estar encerrada en ese lugar con miles y miles de paredes que están superpuestas una con otras, que son irrompibles y que sólo con tu ingenio vas a poder salir de allí, es muy deprimente, no poder hacer nada por uno mismo, porque ayuda de afuera no llega. Los días pasan lentos, muy lentos, el sol se va a escondiendo hasta que todo oscurece y aparece esa estrella grande que alumbra el laberinto. 
Me quedo despierta para ver el  amanecer, ese color naranja que se ve a lo lejos y que de apoco se va poniendo el sol, todos los días se repite lo mismo. Llueve no muy seguido, el agua cae sobre mi cara y es ahí cuando mis lagrimas son una más de esas gotas que caen del cielo.


Historia mítica como monólogo de Teseo

por Vanina Vernucci

Yo soy Teseo, hijo de Egeo y Etra.
Me crié en el palacio de mi abuelo, sin conocer a mi padre, siempre sentí la protección de Poseidón.
Todos decían que era un niño fuerte y valiente, me encantaba compartir las tardes las tardes con mi abuelo, que me enseñaba sobre la vida de las estrellas, también me enseñaba a lanzar y a empuñar la espada.
Me acuerdo cuando tenía siete años y conocí a Hércules que vino de visita al palacio, yo quería ser como él ,admiraba su fuerza y talento de guerrero, pensaba qué podía hacer para quedar como un héroe ante todos. Otros de mis recuerdos fue que cuando tenía diecisiete años, mi madre me entregó las sandalias y la espada de mi padre. Yo sabía que tenía que ir en busca de él, no tenía miedo ,me sentía como Hércules, sentía el enorme deseo de encontrarme con él ,hasta que un día por fin pude encontrarme con mi padre , fue muy raro lo que sentí , fue amor ,dolor porque nunca me buscó.
Mi padre me cuenta que su pueblo estaba pasando por una gran penuria, maldición y sólo un héroe podía salvarlo.
Yo en ese momento me sentí como Hércules un verdadero guerrero y le dije a mi padre que lo ayudaría. Mi misión era vencer al gran Minotauro, qué vivía en un laberinto al que todos describían como un enorme monstruo, mitad toro y mitad hombre.
Tenía un poco de miedo, no sabía con quién me iba a encontrar realmente, pero no quería quedar mal ante los ojos de mi padre y del pueblo. Por suerte tuve la ayuda de Ariadna, que me guió en el laberinto.
Todavía siento la tristeza que vi en los ojos de aquel Minotauro, que no era un monstruo como todos decían, sino que era un ser que me estaba esperando y que me llamó redentor cuando me vio, palabras que no entendí, como tampoco entendí por qué no se defendió, será ¿porque me vio un  héroe como Hércules?  O ¿porque se quería morir?
PERO YO REALMENTE ME SENTÍ COMO UN HEROE.

Descripción del laberinto

por Vanina Vernucci

Un laberinto para mí es un lugar especial donde una persona puede entrar pero le cuesta salir, es un lugar lleno de idas y vueltas.
Me parece que es un  lugar entretenido y triste a la vez donde uno busca ansiosamente la salida.

Lo importante es conocer el lugar, recorrerlo despacio y tratar de memorizar el recorrido. También puede representar un lugar lleno de tristeza, donde una persona entra, camina una y otra vez y no encuentra una salida a sus problemas.

Un laberinto puede tener muchas interpretaciones:

Ø Un lugar de difícil salida
Ø Un lugar desesperante, angustiante
Ø Puede expresar la vida de una persona ,es decir la soledad
Ø Puede manifestar las adicciones (drogas, alcohol, etc.) que se puede entrar pero que cuesta salir.

Ø Es algo entretenido si alguien lo sabe recorrer con tranquilidad, puede ser un lugar oscuro, triste si alguien lo recorre sin amor, cariño como el caso del minotauro.
Posible final de “El laberinto de Creta” de Marco Denevi

Técnica: Cadáver exquisito

Integrantes: Muscillo Macarena, Miranda Natalia, Moreno Antonio, Ortega Alison, Solis Edicza, Angie Sanchez, Flores Maribel.

   Teresilda se entristeció por no poder salir, y encontró una puerta secreta. Entró y había un pasillo muy largo, lo cruzó, logro salir y se encuentó perdida en un barrio que desconocía. Se encontró con una persona del pasado, que la quería matar. Ella trató de defenderse y lo terminó matando. Miró el cuerpo, dejo caer el cuchillo y muy angustiada se retiró.
   Siguió su camino y entró a una casa oscura y sin nadie en el lugar. Se sintió muy sola y aburrida y su puso a ordenar y a limpiar.
   Más tarde siguió investigando el lugar y se dirigió a otra casa donde no conocía a nadie. Como no conocía a nadie se fue.
  En el camino se encontró con un hombre. Ella perdió la mirada en sus ojos, sus pupilas se dilataron y el joven la ayudó.
  Encontraron a un auto. En el camino el hombre se dio cuenta que Teresilda lo miraba mucho y él dijo: -¡Soy Gay! Teresilda lo vió sorprendido, y después de un rato preguntó si era cierto lo que dijo o era broma.
    El respondió: -Si, era broma ¿Te la creíste?, ja.ja.ja
   Ella se puso muy contenta y lo besó. Y cuando lo besó se sintió diferente. Entonces ella se puso muy nerviosa, pero feliz.
    Ellos decidieron viajar, hacer una nueva vida, sin decirle a nadie, en fin ella tuvo un final feliz.  
“El enamoramiento de Pasifae”
Por Samanta Villasante
Puede parecer un poco loco que yo Pasifae, la esposa del rey de Creta, me haya enamorado de un toro. No sé qué fue lo que me sedujo de él. Quizás fue su amabilidad, su manera de mirarme, esa rudeza y valentía que poseía ese animal. Para mí, era un toro distinto a los demás, sabía escucharme, acompañarme, me hacía sentir única.
Por otro lado, estaba mi esposo, Minos. Él era muy egoísta, no estaba siempre para mí, le importaban más otras cosas que yo. A su lado me sentía algo sola, vacía, necesitaba alguien que supiera contenerme, amarme. Ahí apareció un toro, mi toro, Con el pasar de los días, fui enamorándome de él. Lo que sentía era raro, pero era lindo y él sentía lo mismo que yo. Entre nosotros había tanto amor, tanta atracción, que tenía que haber algo de pasión. Decidimos demostrar nuestro amor de una manera especial. A escondidas de mi esposo, conseguí aparearme del toro y tuve un hijo al que llame Asterión. Muchos le dicen el Minotauro, le tienen miedo o asco.
Minos se enfureció tanto al enterarse lo de Asterión que decidió mandar a construir un laberinto y encerrarlo allí. Un joven valiente llamado Teseo decidió matarlo y con ayuda de Ariadna logró derrotarlo y salir del laberinto.

Para muchos, Asterión era un salvaje ser monstruoso mitad toro, mitad hombre. Pero, para mí, su madre, era mi amado hijo y lo asesinaron por ser diferente.
Descripción: “El laberinto del Minotauro”
por Samanta Villasante
Yo me imagino al laberinto con unas paredes con muchas ramas y hojas verdes, como con enredaderas. Tiene pasillos muy amplios y el suelo es de tierra seca, de esas que cuando hay mucho viento vuela el polvo.
En el centro del laberinto hay un círculo de piedra que dice "Hogar del Asterión". El laberinto no tiene techo ni puertas ni ventanas, sólo pasillos, caminos verdes por los cuales cualquier persona se perdería.
Pienso que en el laberinto hay dos entradas, una en un extremo y la otra en el otro. Las entradas son mágicas porque las ves de afuera pero si estás adentro del laberinto se te confunden por las ramas y no podés salir. En cada entrada hay un cartel que dice: "Peligro, laberinto del Minotauro".

Me lo imagino como un lugar frío y fresco.

viernes, 13 de junio de 2014


Posible final del cuento “El laberinto de Creta” de Marco Denevi.

Técnica: Cadáver exquisito.

Integrantes: Frank Daiana , Lagar Lucia , Enriquez Nicolás , Romero Camila , Largiulo Laila, Díaz Agustina

Los sobrinos se pusieron a pensar cómo Teresilda logro irse. Ellos pensando, entraron al laberinto para descubrir cómo se fue su tía. Los sobrinos se volvieron locos porque pasaban las horas y no encontraban la salida.

De pronto encontraron una puerta muy familiar, que les hizo recordar a una época en la que todo era diferente y muy distinto a la realidad. Encontraron que ahí todo estaba al revés de lo que siempre fue, al estar todo al revés se les hizo más difícil la salida. Pero encontraron una palanca que volvía todo a la realidad y la activaron. Entonces los jóvenes encontraron un camino secreto que daba a un hermoso jardín, lleno de mariposas, flores con hermosos pétalos y radiantes colores que llamaban mucho la atención. Los sobrinos no sabían qué hacer entonces pararon. Vieron una luz que se asomaba y decidieron seguirla. Rápidamente llegaron a una gran sala con una puerta de grandes dimensiones. Era de madera, con un hermoso color rojo y con un picaporte de plata y al abrirla, se dieron cuenta que era un sueño.

Posible final de “El laberinto de Creta” de Marco Denevi

Realizado por la técnica del “cadáver exiquisito” en forma grupal por Nicolás Luna, Manuel Medina, Sebastián Casal, Sofía Armella, Emanuel Díaz y Florencia Leguizamón.
Pasaron dos meses, todavía no la habían encontrado, entonces reunieron a un detective, que no está de más decir que era muy inteligente, pero no podía descubrir solo el misterio de la tía. Necesitaba la ayuda de algún ayudante para simplificar sus enigmas que sea capacitado e ingenioso, con mucho talento para resolver misterios pero no conocía a nadie que tenga esas cualidades. Paso un día pero ya era tarde, y decidió hacerlo solo, ¿no era lo suficientemente valiente para hacer algo como eso? Entonces decidió llamar a unos ayudantes y formaron "Misterio a La Orden" para poder buscarle la solución a este gran misterio de la tía desaparecida.

Empezó la ardua tarea de resolver tal misterio. Empezaron a resolver este caso, esforzándose y evitando todo posible error. Aunque al principio costó encontrar alguna pista o algo que llevara donde ella estaba. La tía había muerto.


“El laberinto del minotauro” según Nicolás Enriques
Trabajo de descripción  y creatividad.

Al entrar se encontrará con unas murallas, este laberinto tiene muchas encrucijadas y distintas trampas. No cierre los ojos y camine hasta encontrar lo que fue a buscar. En un momento habrá dos recorridos que lo llevará a distintos lugares. En uno de ellos se encontrará con muchos arbustos de belladona, una planta venenosa que con tan sólo tener en su mano le provocará delirios y alusiones. En el segundo encontrará cadáveres de personas muertas, algunos deformados u otros sin corazón. No deje que el temor se aproveche de usted. Por último encontrará lo que tanto desea.

“Monólogo de Teseo”
por Nicolás Enriques

Consigna: Contar la historia del Minotauro desde el punto de vista de uno de los personajes en primera persona.

 Esta es mi historia, soy Teseo, el hijo de Egeo, todo lo que hice fue por mi patria y mi padre. En mi aventura conocí a Ariadna, su belleza era lo que más me impactaba de ella. Llego ese día tan esperado, entré sin miedo alguno, las paredes de aquel laberinto estaban ensangrentadas. Mi padre me regaló un candelabro antes de entrar, ese era mi recurso, lo único que me iluminaba. Caminé y seguí caminando por un rato largo, me acosté sobre el suelo, no podía dormir pero mis piernas estaban agotadas, un ruido me despertó, miré a todos los lados y era una pequeña rata. Recogí mi espada y empecé a deambular; los segundos y minutos no pasaban, esos días eran una eternidad. Andar por aquel lugar solo era como vivir en una habitación sin salida, hierbas y plantas me rodeaban como si en un momento me atacaran.
En mi travesía descubrí un pasadizo, la incitación por entrar y saber lo que había era demasiada, me apresuré y era lo que pensaba, aquel sitio era un jardín. La luna iluminó todo ese espacio de frutas y vegetales, sujeté un tomate y en un cerrar de ojos se pudrió. Las legumbres se marcharon, todo eso era una ilusión. Parecía que el encierro producía ilusiones, no poder encontrar el Minotauro se volvió una odisea. Volví a pasar por el mismo lugar unas doce veces, mire atrás porque unos zumbidos fuertes se escuchaban, una avalancha de insectos me seguía. Mi única escapatoria era trotar, sin mirar el suelo me deslicé en un charco de agua sucia, seguí mi trayecto. El olor que provenía de ese lugar era espantoso, ya no podía proseguir, el cansancio otra vez logró aprovecharse de mí. No paraba de escuchar la voz de una mujer, la reconocía, sí era la voz de Ariadna. Corrí hasta el sector de donde venía esa voz, una sombra enorme estaba atrás mío, sabía que en ese instante mi vida estaba en juego.


domingo, 8 de junio de 2014


Obras épicas en el Medioevo
Las sociedades convivían con 2 lenguas: una lengua culta o de la cultura (el latín) que estaba reservada para la escritura. Quienes la sabían leer y escribir eran los “clérigos”, y por lo general eran ministros eclesiásticos.
La otra era la lengua vernácula (ya sea germánica o romance, en Europa central), que era una mezcla entre el latín vulgar (el latín hablado) con otras lenguas indoeuropeas (por ejemplo, el castellano tiene elementos latinos, celtas, árabes, vascos y germánicos). Esta lengua se reservaba únicamente para el habla.
La mayoría de las personas no sabían ni leer ni escribir. Entre los siglos X y XIII se empieza registrar por escrito las lenguas vernáculas. Eso era algo raro, porque no tenían forma escrita como la lengua culta, pues servían solo para comunicarse oralmente. Incluso las obras literarias que circulares eran una expresión oral difundida por el canto (líricas), la recitación pública (épica heroica, juglaría) o por representación actoral (teatro). De ahí que cuando las obras épicas se pongan por escrito, acaben conservando MARCAS DE ORALIDAD (restos, indicios de que tuvieron una fase oral).

Pensemos que las obras épicas era una literatura para ser oída. El escritor tenía en cuenta al público auditor. De ahí que no se “narre” una historia, sino que se la “actualice”, es decir, se la reviva a los ojos del público. Esto último quiere decir que el juglar (el recitador público de las obras) iba acompañando su recitado con gestos y mímica; a veces recurría al cambio de tono de voz de acuerdo con la voz de los personajes que representara. Cuando ese mester de juglaría se puso por escrito (por un clérigo), quedaron esas marcas, restos o resabios.
MARCAS DE ORALIDAD
*FRASE FÍSICA (una expresión que remarca una acción corporal) “Llorar de los ojos” – “Sonrió una gran sonrisa”
*VERSO (cada línea de escritura tiene una medida de sílabas y busca un ritmo –ya sea a través de la rima, ya sea a través de una cantidad de sílabas iguales o ya a través de la aliteración [repetición de un sonido]- para volverlo fácil de memorizar).
*APELACIONES DEL JUGLAR AL PÚBLICO AUDITOR (el juglar llamaba la atención sobre el público al que le recitaba: “Oigan…” o “Vean…”.
*INTERVENCIÓN VALORATIVA DEL JUGLAR SOBRE LO NARRADO (el juglar a veces opina sobre lo que está contando. Hace como un comentarista e interpola opiniones, valoraciones personales del tipo: “¡Qué bien estaba luchando…!”)
*DISCURSO REFERIDO DE ESTILO DIRECTO (cuando se reproduce la voz literal de un personaje).
*ANTICIPACIONES (el juglar se adelanta a lo que va contar. Avisa al público lector algo que va a ocurrir para mantener el interés o generar algún tipo de suspenso).
*HIPÉRBATON (alteración del orden sintáctico común de la oración, por ejemplo: “De sus ojos tan fuertemente llorando” en vez de decir “llorando tan fuertemente de sus ojos”. Eso se hacía para acomodar las palabras y poder seguir un ritmo en cada verso).
*PARALELISMOS (se repite la misma estructura sintáctica; el juglar lo hacía para ganar tiempo y para genera ritmo: “Ahí vienen los fieros soldados / allí marchan los bravos gautas”)
*EXCLAMACIONES (para captar la atención del público)
*ENUMERACIONES (lo hacía el juglar para ganar tiempo, describir escenas de manera vívida y señalar una escena).
*EPÍTETOS ÉPICOS (frases hechas que se usan para referirse a un héroe y no tener que repetir su nombre tantas veces: “El que en buena hora ha nacido” en vez de Mío Cid).
*DEÍCTICOS (uso de palabras o frases que señalan lugar o tiempo: “aquí”, “allí”, “ese día”, servía para que el público imaginara que lo que se estaba contando estaba ocurriendo en el mismo lugar en que estaban).
*ACTUALIZACIÓN ESCÉNICA (se teatraliza lo que ocurre, articulando corporal y espacialmente los hechos).

miércoles, 4 de junio de 2014

Cantar de Gesta: Obra narrativa en verso, escrita para ser cantada por profesionales en la que se cuentan las hazañas de un héroe que refleja los ideales de una comunidad.
Cronología: Polémica. algunos datos confirman que fue escrita en el siglo XII, otros, que se desarrolló en el siglo XIV.
Autor: Aquí también existen varias teorías, ya que se edita como anónimo. Una teoría recoge que fue escrita por dos juglares (teoría de Menéndez Pidal). La otra teoría dice que era de un único autor culto (teoría de Colin Smith).
Manuscrito conservado: Trascrito por un copista en el siglo XIV llamado Per Abbat.
Métrica: Irregularidad métrica. La medida de los versos oscila entre diez y veinte sílabas. Separación de los versos por una fuerte cesura que los divide en dos hemistiquios.
Tiradas monorrimas asonantes (versos agrupados en párrafos que encierran una misma idea y que tiene una misma asonancia).
Tiradas paralelas (Tiradas de versos con rima asonante que, respecto a la historia, repiten la tirada anterior con distinta rima).
Compuesto para ser oído y dicho perfectamente por unos cómicos, los juglares.
Presencia de invocaciones al oyente, marcas de oralidad. Ej.: ”Yo os diré...“
Lengua y estilo: Claridad, concreción y sobriedad expresiva. Cierto carácter dramático (discurso directo). Fórmulas épicas, epíteto formulario. Ej.: ”El que en buena hora ciñó espada“.
Frecuentes paralelismos, arcaísmos y arabismos.
Estructura externa: 3 cantares.

Estructura interna: Doble proceso de pérdida.
Tema: Recuperación de la honra.
Diálogos: Se introducen a veces con el verbo ”diccendi“ (...Habló entonces el de la barba mesurada). Si no, también puede ser indirecto, es decir sin verbo ”diccendi“.
Honra: Estima y respeto de la dignidad propia. Se marca por tus propias acciones.
Honor: Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. Se nace con ella.
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 PERSONAJES
El Cid: Héroe mesurado, vigoroso, sensible, íntegro (en el sentido cristiano, feudal y social), valiente, familiar, tierno, justo, generoso, fiel, digno, supersticioso, optimista e imponente (por ejemplo, sobre el león).
Martín Antolinez: Valiente caballero, hombre industrioso, astuto e ingenioso, él es quien gestiona el asunto de las arcas de arena. Lucha contra el infante Don Diego y le vence.
Pedro Bermúdez: El Cid le llama Pero Mudo, porque es tartamudo. Es el sobrino del Cid. Impetuoso y fuerte. Soldado valeroso y buen luchador
Minaya Álvar Fáñez: Es la mano derecha del Cid. Es prudente, valeroso y fiel. Primo del protagonista. Gran guerrero.
Rey Alfonso VI: No está a la altura del héroe aunque éste siempre le es fiel. Es un personaje que casi en todo momento está manipulado por otros nobles avariciosos.
García Ordóñez: Representa a la nobleza leonesa, verdadera enemiga del Cid.
Infantes de Carrión: Son Don Diego y Don Fernando. Yernos del Cid. Se casan con sus hijas por interés, y su actuación en la obra deja mucho que desear. Son crueles, miedosos, cobardes, envidiosos y rencorosos. Son los culpables de que se desencadene una serie de acontecimientos que acaban en un duelo entre ellos y algunos hombres del Cid.
Jimena: Esposa del Cid. Familiar y cariñosa
Hijas del Cid: Son Doña Elvira y Doña Sol. Aparecen jóvenes en la historia.
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Espacio: Las hazañas del héroe tienen como escenario la España del siglo XI, espacio real: pasa por pueblos de Burgos, Soria, Valencia, Alcalá de Henares, Teruel....
Tiempo: Lineal y hace referencia a hechos ocurridos en el siglo XI.
Historia y poesía: Los elementos ficticios; que son; episodio de las arcas, oración de Jimena, visión del arcángel, 1º matrimonio de las hijas del Cid, episodio del león, afrenta de Corpes y 2º matrimonio de las hijas del Cid; se revelan como elementos fundamentales en la fabulación del cantar y sirven para poner de relieve la trayectoria ascendente de la vida exterior del héroe. Lo problemático en el poema no es la vida interior del protagonista, siempre mesurado y ejemplar, lo problemático es la vida exterior, arbitrariamente injusta que tiene que vivir.

Narrador: 3ª persona omnisciente,”visión desde abajo“ hacia el héroe, admiración por el héroe.

 RESUMEN

PRIMER CANTAR: DESTIERRO DEL CID
El Cid es desterrado de Burgos y le dan nueve días para marcharse. Se va con sus vasallos. Entra en la ciudad de Burgos y, visto en la pobreza, acude a la astucia de Martín Antolinez. Éste le propone engañar a dos judíos, Raquel y Vidas, llenando unas arcas de arena y diciéndoles que son las pertenencias del Cid. Consiguen dinero y se marchan de Burgos. Deja a su mujer e hijas en un convento, al que promete enviar dinero cada cierto tiempo. Marcha hacía Alcocer, donde gana una batalla contra un ejército de moros más numeroso que el suyo. Continúa su camino, entrando en el reino de Barcelona, donde vence y captura al conde de Barcelona. Éste hace huelga de hambre, y el Cid lo libera a cambio de que coma algo.
SEGUNDO CANTAR: BODAS DE LAS HIJAS DEL CID
El Cid se dirige a Valencia, que la conquista y vence al Rey de Sevilla. Envía tributos al rey Alfonso VI. Éste le perdona y le dice que lleve a Valencia a sus hijas y a su mujer. Minaya, que hacía de intermediario, se lo agradece y se va. Los infantes de Carrión piden la mano de las hijas del Cid al rey. Al Cid no le gusta mucho la idea, pero acepta. Minaya los casa.

TERCER CANTAR: LA AFRENTA DE CORPES
Un día, estando el Cid dormido, se escapo un león suyo. Los infantes se escondieron y nadie les encontró. El Cid se levantó y metió al león (avergonzado) en su jaula. Los vasallos del Cid se burlaron de los infantes. Éstos decidieron vengarse, llevándose a las hijas del Cid y maltratándolas. Llevaron a cabo su plan. Las maltrataron en el Robledal de Corpes, camino de Carrión. El Cid, al enterarse de esto, pidió ayuda al rey, pidiéndole que convocase una reunión de la Corte. En esta reunión, se convocaron tres duelos a muerte: Martín Antolinez vence a Diego González, Muño Gustioz vence a Asur González y Pedro Bermúdez a Fernando.

Los infantes de León y Aragón piden la mano de las hijas del Cid al Cid.

miércoles, 21 de mayo de 2014

TRABAJO PRÁCTICO - Entrega jueves 5 de junio.

“La casa de Asterión” y “El mito del Minotauro”

Responder las siguientes preguntas vinculando ambos textos:

¿Qué significa el epígrafe del cuento? Relacionarlo con el mito del Minotauro.

¿Qué similitudes y diferencias encuentras entre el mito y el cuento de Borges?

Describe el laberinto como lo imagines (Extensión mínima: 1/2 carilla)

En este cuento hemos conocido una nueva versión sobre el mito. Asterión cuenta su historia. Elige uno de estos tres personajes: Pasifae, Minos, Teseo. Luego cuenta la historia mítica como monólogo de uno de estos tres personajes, en primera persona. (Extensión: mínimo 1 carilla).

martes, 20 de mayo de 2014


“Yo trabajé en una revista que se llamaba Los anales de Buenos Aires. Cuando teníamos que entrar en prensa, había tres páginas en blanco. Entonces, a mí se me ocurrió un argumento, “La casa de Asterión”. Aquella noche no salí. Lo escribí antes y después de cenar y a la mañana siguiente. Y a la tarde llevé el cuento. Tomé los datos de un diccionario. Un lindo cuento. Debió influir un óleo del pintor inglés Frederick Watts. En ese cuadro, el Minotauro no es un toro griego, es un toro inglés, con los cuernos muy cortos, que está mirando tristemente un jardín. De allí debió venir la idea. Es un cuento ocasional mío. “El jardín del Minotauro” (La casa de Asterión) lo escribí en dos días, cosa que no me sucede, ya que yo trabajo muy lentamente: corrijo mucho los borradores. Pero ese cuento, no; tuve que improvisarlo, y más o menos me salió bien esa guitarreada. Digamos esa payasada…”

            (Declaraciones de Jorge Luis Borges a Juan Gasparini [1984], Clarín, 22 de agosto de 1999) 

lunes, 19 de mayo de 2014

EL LABERINTO DE CRETA de Marco Denevi

La casa donde nació Teresilda Palomeque tenía cuarenta habitaciones, diez patios y ocho jardines.
Sin prisa y sin pausa se le fueron muriendo los padres, los hermanos todos solteros pero con una picadura en los huesos, las hermanas todas casadas aunque de salud muy frágil.
Teresilda, la menor, no se casó y sin embargo persistió en vivir sola y unánime en la insondable mansión.
Deambulaba por los aposentos, se paseaba por balcones y belvederes, subía y bajaba escaleras, trepaba a los áticos y a las terrazas, descendía a los sótanos, recorría los pasillos, las logias y los diez patios, serpenteaba entre los muebles y mariposeaba en los jardines.
En la vecindad corría el rumor de que Teresilda se había dividido en quince o veinte Teresildas todas iguales, porque costaba creer que una sola abriese tantas puertas y se asomase a tantas ventanas, por no mencionar el hecho increíble de que no tuviera el menor vestigio de fatiga ni alguna sirvienta que la ayudase en los quehaceres.
Una vez al mes los sobrinos la visitaban para aliviarle hoy un marfil y mañana una tetera de plata y le decían:
—Por Dios, tía Teresilda. Es absurdo que te empeñes en vivir sola en este tremendo caserón. El día menos pensado amanecerás muerta de esa misma fatiga que estás acumulando sin darte cuenta pero que en cualquier momento se te caerá encima como una montaña.
Y agregaban con alguna brutalidad, fruto de la preocupación:
—Si es que antes no entran ladrones y te estrangulan o te clavan un puñal en el pecho.
Al fin Teresilda se convenció de que se sentía cansada, aparte de amenazada por la delincuencia. En seguida los sobrinos iniciaron los trámites.
Una mañana Teresilda supo que la llevaban a una escribanía y que le hacían firmar unos papeles. Y esa misma tarde se enteró de que se había mudado a un departamento de la calle Vidt llevándose algunos muebles porque para qué más, Teresilda, por Dios, gemían los sobrinos, quienes en seguida la dejaron sola para distribuirse el resto del mobiliario.
Teresilda estaba habituada a la soledad, así que se sintió a gusto. Pero también estaba acostumbrada a las felices correrías por las habitaciones, y quiso reanudarlas.
Dio un paso y tropezó con una pared. Dio otro paso en dirección contraria y chocó contra otra pared. Volvió a cambiar el rumbo y se llevó por delante una cómoda. Giró y la detuvo una mesa. Volvió a girar y embistió un aparador.
Vio una puerta, la abrió y no era una puerta para salir sino para entrar. Retrocedió, se golpeó con una ventana, quiso abrirla y asomarse, se asomó y del lado de afuera estaba el lado de adentro. Miró y miró y donde miraba los ojos se le hacían pedazos.
Entendió que estaba atrapada en un laberinto, en los vericuetos de una arquitectura caótica, en un dédalo tan enredado que no habría forma de salir, y ella moriría de hambre y de sed o devorada por algún Minotauro.
Para qué gritar: nadie la oiría desde la remota calle Vidt.
Un mes después los sobrinos la buscaron por todo el único cuarto del departamento, la buscaron en la cocina americana y en el baño empotrado, la buscaron hasta en el pozo de aire y dentro de los muebles. Pero no la encontraron.

Es un misterio cómo habrá podido Teresilda abandonar el laberinto y fugarse nadie sabe a dónde.